La otra versión del supuesto matadero clandestino

De lo que se desprende de la investigación del lugar resultó que los propietarios son dos hermanos de apellido Darío Rivera  y Fidel Rivera que al enterarse de lo sucedido acudieron a la comisaría N°34 para esclarecer el hecho, y recuperar sus pertenencias, en su mayoría herramientas de trabajo de campo.

Darío Rivera en entrevista con nuestro medio reconoció que el lugar en el que están, es parte del río y que saben que cuando el municipio o quien lo requiera, y lo soliciten tendrán que irse, pero el lugar fue el último recurso que utilizaron, ya que en el pueblo no podían tener los animales además habían tenido muchas quejas de los vecinos, y lo más cercano fue ese lugar.

Los hermanos trabajan desempeñando tareas para el municipio como re-corredores, utilizando los caballos de su propiedad para sacar los equinos que constantemente se ponen  a pastar en las plazoletas de la avenida y pueden ocasionar accidentes entre los que circulan en vehículo. Según relató Rivera “La policía sabía a quién pertenecía el lugar, me pareció de muy mala fe que nos incautaran las cosas, podrían haber dejado a un policía, y esperar que fuéramos así se aclaraban las cosas pero en vez de hacer lo correcto, nos allanaron sin orden judicial. Nos secuestraron las cosas y cuando fuimos a reclamar por lo nuestro, nos trataron peor que a  delincuentes, y nos entregaron la mitad de las cosas, lo que resta se perdió en el camino nos comentó” Darío Rivera.

Al preguntarle sobre  la versión que dicen los vecinos que en el lugar funciona un  matadero clandestino.  Darío Rivera nos contestó “El lugar es usado para herrar los caballos, además de los corrales para cuidar los animales, no les falta forraje, pasto y agua como  se anduvo diciendo, y si carneamos es para el consumo propio, y  hay un lechón en un corral el cual es para cría. Al animal, no lo podemos mantener callado,  es un animal, pero tampoco es una chancheria como se anduvo diciendo por allí. Con un chancho no es para abrir un establecimiento.

Esto nos ha ensuciado mal en el pueblo, ya que todos nos conocemos pero las malas lenguas siempre hablan y después nadie sale a pedir disculpas. Concluyó Darío Rivera.

Al preguntarle por la acusación de la desaparición de unas ovejas cara negra, Dario nos comentó “En este lugar no hemos carneado a ningún animal de esa raza, el cuidador de esas ovejas tendría que decir la verdad de cómo son las cosas que ya todo el pueblo lo sabe pero quieren encontrar algún culpable para lavarse las manos y otros se benefician de ese robo, la policía lo sabe”

En tanto, al preguntarle a Rivera por los elementos encontrados por un vecino que eran de la pertenecía del mismo. Se trata de un banco de corte de hierro ángulo, de color naranja. El vecino lo encontró en el lugar porque le comentaron que se encontraba en ese terreno.

“Resulta que ese elemento lo encontró mi hermano apoyado en la pared de la toma de agua, y se lo trajo. No sabíamos que ese elemento le había sido sustraído al vecino, por lo que después hicimos la cuenta que ese banco fue utilizado por otras personas que robaron las chapas de la casita donde está la toma” Dijo y continuó, “El 24 de diciembre mi hermano llamó a la policía porque había movimientos extraños en el lugar, y nunca vinieron.  Hoy quieren buscar culpables porque se nota que no pueden esclarecer los hechos, y que mejor que culparnos a nosotros”. Por otro lado, quiero aclarar que aquí no hay ningún matadero clandestino como dicen los vecinos que acá no maltratamos a los animales, y que en ningún momento el terreno se lo compramos a alguna inmobiliaria”.

“somos conscientes de la ilegalidad de nuestra posición pero es el único lugar que tuvimos para poder tener a nuestros animales, los cuales son usados para beneficiar al pueblo.  Esperamos que la policía nos devuelva todo lo incautado, ya que estos elementos no pertenecen a ningún hecho ilícito. Lo que tenemos, lo hemos ganado con el sudor de la frente.  Concluyó Darío Rivera.