Amonites del Neuquén

Gentileza masneuquen.com

Durante el período Jurásico y el inicio del Cretácico, muchos millones de años antes de que se formara la cordillera de los Andes, el mar invadió desde el noroeste gran parte del territorio de la actual provincia de Neuquén. Las aguas poco profundas y el clima suavemente cálido de la cuenca neuquina favorecieron el desarrollo de una abundante fauna, con numerosas especies de corales, moluscos, crustáceos, peces y algunos grandes reptiles marinos.

Entre los habitantes más característicos de este riquísimo ecosistema se hallaban los amonites (o, más precisamente, los amonoides), una clase de moluscos cefalópodos hoy extinguida. Los amonites eran animales parecidos al calamar, con tentáculos que se proyectaban desde la cabeza, pero que vivían en una conchilla de forma espiral. Superficialmente, eran muy similares a los actuales nautilos.

A medida que un amonites crecía, se agregaban cámaras cada vez más grandes a su conchilla. El amonites ocupaba únicamente la más externa y reciente. A lo largo del Mesozoico, los detalles en la forma de la conchilla de los amonites cambiaron muy rápido, y algunos de ellos se dieron sólo durante intervalos de tiempo relativamente breves. Es así que, hoy en día, los amonites fósiles pueden utilizarse para datar de modo muy preciso las rocas en que se los encuentra.

Los fósiles de amonites más comunes en la cuenca neuquina son impresiones y moldes de sus conchillas. Algunos, del período cretácico, superan los 50 centímetro de diámetro. Los amonites desaparecieron en la gran extinción en masa que marca el final de la era mesozoica, junto con los dinosaurios.


Amonoides fosilizados del Neuquén

Amonoide cristalizado

Sección de amonoide cristalizado – Arroyo Chacay Melehue, Neuquén, Formación Los Molles (Jurásico inferior-medio), 175 millones de años.

Amonoide cristalizado

Coquina de amonoides

Coquina de pequeños amonoides – Arroyo Chacay Melehue, Neuquén, Formación Los Molles (Jurásico inferior-medio), 175 millones de años.

Coquina de amonoides

Impresión de amonoide

Impresión de un amonoide sobre laja gris azulada.
Barda de los Loros, Neuquén,
Formación Vaca Muerta (Jurásico superior), 150 millones de años.

Impresión de amonoide

Amonoide jurásico

Amonoide – Arroyo Chacay Melehue, Neuquén,
Formación Los Molles (Jurásico inferior-medio), 175 millones de años.

Amonoide jurásico

Amonoide cretácico

Fragmento de gran amonoide y reconstrucción de su perfil.
Cerro El Marucho, Neuquén, – Formación Agrio (Cretácico inferior), 135 millones de años.

Amonoide cretácico

Molde de amonoide

Molde de amonoide sobre sedimentos bituminos.
Fortín 1º de Mayo, Neuquén,
Formación Vaca Muerta (Jurásico superior), 150 millones de años.

Molde de amonoide

Los amonites aparecieron hace unos 380 millones de años, y desaparecieron junto a los dinosaurios al final del cretácico, hace 65 millones de años. El caparazón de los amonites tenía cámaras, igual que la de su actual pariente vivo, el nautilo.

Durante todo el período Jurásico (entre 200 y 145 millones de años) y hasta el Cretácico Inferior o Temprano (113 millones de años) la cuenca neuquina se cubrió de las aguas del Océano Pacífico formando un gran golfo. La Cordillera de los Andes aún no se había elevado, y las aguas de la cuenca estaban separadas del propio océano por una cantidad de islas volcánicas orientadas de norte a sur.


Interior de un amonoide

Zona interior central, cristalizada, de un amonoide.
Arroyo Chacay Melehue, Neuquén, Formación Los Molles (Jurásico inferior-medio), 175 millones de años.

Interior de un amonoide

Amonoide diminuto

Fortín 1º de Mayo, Neuquén,
Formación Vaca Muerta (Jurásico superior), 150 millones de años.

Amonoide diminuto

Las siguientes imágenes muestran fósiles de algunos organismos que compartieron el hábitat de los amonites del Neuquén.


Pygaster, un erizo de mar

Cerro El Marucho, Neuquén,
Formación Agrio (Cretácico inferior), 135 millones de años.

Pygaster, un erizo de mar

Cangrejo

Impresión de un cangrejo – Los Catutos, Neuquén,
Formación Vaca Muerta (Jurásico superior), 150 millones de años.

Impresión de un cangrejo

Lunatia, un gasterópodo

El Marucho, Neuquén,
Formación Agrio (Cretácico inferior), 135 millones de años.

Lunatia, un gasterópodo

Amonoide y gasterópodos

Pequeño amonoide y gasterópodos –
Fortín 1º de Mayo, Neuquén,
Formación Lajas (Jurásico medio), 170 millones de años.

Amonoide y gasterópodos

Fuente: Museo Virtual de Fósiles Patagónicos

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