9 de agosto, 207° aniversario de la creación del RIM 10, nos acercamos a saludar a nuestros Racedos y obsequiarles una bandera para el monolito, centro de nuestro universo covunqueño.
Fuimos con mi madre, una ejemplar mujer de ochenta años que por casi una década trabajó en el cuartel (1983-1992), gracias a lo cual pudimos estudiar con mis hermanos y superar enormes carencias. Con mucha alegría y emoción asistió al despacho donde gentilmente nos recibió el Sr Jefe de Regimiento Tte Cnl Carlos M. Fraquelli y luego el Sr Encargado de Elemento Subof My Ramallo.
En el rato compartido pudimos ver junto al Jefe la cantidad de actividades que allí se siguen desplegando cada jornada, gracias a la cual nuestra Patria y en especial nuestro pueblo, poseen un punto de apoyo ante toda dificultad. Desempeñan además una inmensa labor educadora, instructiva, y los aspectos propios de su misión cual es la defensa de la nación.
Mi padre, de 91 años, pionero del campo en Covunco, (lugar donde sigue residiendo), recordó su venida con sus veintitantos años y el apoyo que significó para él y su permanencia, este histórico cuartel.
… Pablo Chort y tantos otros que siempre siempre estarán en nuestro recuerdo.
El Sr Jefe ordenó preparar el izamiento de la bandera, de manera que cuando salimos, en un mediodía pleno de sol y aire fresco del naciente, el mástil sostenía la flamante celeste y blanca. Esperamos unos minutos y una brisa leve de abajo hizo flamear nuestro más querido símbolo. Allí quedó para consolarnos de los tristes momentos que atraviesa nuestra Argentina, allí quedó pidiéndonos luchar por la verdad y la libertad, como lo hicieron nuestros Racedos en la lucha por la Independencia Nacional. Allí quedó iluminando corazones patrios y señalando el camino.
¡Dios bendiga a nuestra Patria y a los valientes Racedos en su día!.
